Habían pasado unos meses, todo se complicó cuando empezó a llover y todos tenían miendo a la lluvia, no habían olvidado la riada del año anterior.
Llegó la Navidad, era la primera fuera del colegio. No había grandes cosas. Mi hermano trajo de la panadería una empanada de atún y unos nidos que tenían dentro un huevo duro, todo lo había hecho él. Mi Chico no quería comérselo hasta que lo vieran sus amigos Eduardi y Paquito. Nos quedamos solos los cuatro. Antonio se fue a trabajar. En esos tiempos los panaderos solo descansaban un día entre semana, todos los días de fiestas tenía que ir, él descansaba los jueves.
Una semana antes de Noche Buena fuí con una amiga, una vecina llamada María (Mariquita y yo María para distinguirnos) y que mas tarde sería la madrina de uno de mis hijos, la primera vez al cine y también ví por primera vez una película sonora. En el colegio los domingos que llovía y no íbamos al parque veíamos películas mudas de Charlot, que diferencia con la que esta vez ví. Era en blanco y negro pero una maravilla, no recuerdo el título, creo que era La Loba de Batte Davis.
El día de Navidad ví a mi hermano Manolo en el colegio pero a las once me fuí a mi colegio para ver a mis compañeras. Me contaron que la Noche Buena había sido como siempre, a las 12 la Misa del Gallo y a la cama de vuelta.
-Pues yo no fuí a la Misa del Gallo.
-¿No?
-Nó.
-Estaba con mi madre que llevaba más de 7 años si estar con ella esa noche y no podéis figurar lo que me pude reír con mi hermano chico, cantando villancicos con sus amigos por las calles del barrio. Llevaban un cántaro, una alpargata con la que daban en la boca del cántaro, pandereta, zambomba… y las letras que cantaban eran villancicos que nunca había escuchado, uno de ellos decía así:
Ayyyyy mi Sevilla cañí
Con el Guadalquivir
La Giralda galana, la Torre del Oro
Que bella ciudad…
Y su feria incomparable
Que bonita es…
El Cachorro de Triana
Y el cristo del Gran Poder
Sevillaaaaa, la de la graciaaaaa
La del salero, gentil y galana
Encierra en sus murallas a la Virgen de la Macarena
Y el barrio de Santa Cruz, el barrio brujo
Del hombre sincero
Pasean las mujeres más bonitas
Del mundo entero.
La alpargata o esparteña es un tipo de calzado de lona con suela de esparto o cáñamo, que se asegura por simple ajuste o con cintas.
Este Villancico mi hermano lo cantó toda su vida el día de Noche Buena en casa, mis hijos, sus hijos, mis nietos… pero el cambiaba la letra y no decía el barrio de Santa Cruz, decía el “Barrio del Tiro Línea” donde vivíamos y claro toda la gente le gritaban:
-Ole, niños… que bonito…
Le daban dinero a todos y cositas de Navidad. Era un grupo de campanilleros de la postguerra con alpargata e instrumentos baratos pero se divertían. Mi Chico con el dinero que recogió esa Navidad pudo comprarle a nuestro hermano Manolo unos tebeos y se los llevó el primer domingo que fuimos a verlo.
También decían en cada puerta:
-Dame los aguinaldo, carita de rosa… una batatita o cualquiera cosa…
Mis compañeras todas muy atentas y con los ojos emocionadas, cambié el tema para que no se pusieran tristes, ya que ellas nunca habían salido del colegio y habían podido disfrutar de estos momentos.
Entonces le conté que había ido al cine, la película era muy bonita… todas con la boca abierta. Le expliqué donde estaba el cine. Era la avenida cuando íbamos a la Catedral, todo al final, se llamaba Cine Coliseo, ahora ya no existe y es una lastima porque era precioso.
El edificio fue proyectado en origen como cinematógrafo en el año 1924 por los hermanos José y Aurelio Gómez Millán, sobre el solar de antiguo convento de Santo Tomás. Inicialmente se llamó Cine Reina Mercedes, pero unos meses antes de la Exposición Iberoamericana de 1929 ya era Teatro Reina Victoria, tras su reducción de aforo y ampliación del escenario, inaugurándose el día 3 de diciembre de 1931 como “Coliseo España”. (Ahora es un banco).
Les conté que las niñas iban con sus amigas, niños y niñas, todos se sentaban juntos.
Milagros me dijo:
-No me lo puedo creer.
-Pues sí, yo tampoco me lo creía pero así es. La vida fuera del colegio es diferente.
También le conté que mi madre les estaba escribiendo a sus amigas para empezar con el teatro pero que antes tenía que hacer unas cosas.
Milagros me preguntó:
-Pero… ¿vendrás el día de Reyes?
-Claro… ¿y con Chacón como os va?
-Bien, no parece la misma, siempre esta riendo con nosotras. Sor Pilar te nombra mucho y nosotras también.
-Yo me acuerdo de vosotras todos los días.
Pensé que era el momento de marchar, me despedí de todas y me fuí.
No se, siempre me pasaba lo mismo, llegaba muy contenta pero al marchar estaba triste.
No recuerdo si el día de Reyes volví, mi vida ya iba pasando muy deprisa y no era la rutina del colegio.
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