Un precioso día de playa

Yo creía que en la playa lo había vivido todo, pero el otro día me quedaba una sorpresa, mi nieto Jose tenía la ilusión de que pasara todo el día en la playa tumbada en una cama grande típica de playa de lujo con un camarero a mi disposición, lo primero que me sirvieron fue una cerveza llamada “Coronita” jamás había visto yo tal corona, en un cubito con hielo, allí estuvimos toda la mañana, llevábamos unas 3 horas cuando una sorpresa agradable, llegó Javi un amigo de mi nieto de toda la vida, seguramente le puse la cabeza bomba de tanto contarle cosas, el mirándome sonriente como buen médico me escuchaba, al rato se despidió y nos fuimos a comer a un chiringuito en la playa, que alegría que me pusieran la comida por delante, los cuatros de esta orgía éramos mi hija Inmaculada, mis dos nietos, Jose y Javier y una servidora, me preguntaron: abuela que pedimos de beber una botellita de vino? Lo que tu quieras hijo contesté yo, una botella de Barbadillo la cual nos la bebimos mi nieto y yo, el regreso de nuevo a la cama fue dificultoso, agarrada por mi nieto del brazo… con tanta arena y tantos hoyos, en fin me tumbé y me pedí un cafelito, gracias al café me desperté un poco ya que me quede relajadísima (cama, playa, baño, coronita, comida y barbadillo).

Un buen día de playa junto a mi hija y mis nietos que terminó con una agradable ducha al llegar. Aquí os dejo unas fotografías del día, un beso.