Por fin llegó el día. Sería la una de la
madrugada cuando estaba en casa de Ana con sus hijas Gloria Mari y Anita en el
gallinero quitando plumas a una gallina para el casquete de boda, llevaba
plumas blancas en los lados. Terminamos y me fui para mi casa serían las dos.
Cuando llegué estaban todos acostados menos mi madre que me esperaba, preparé
toda la ropa y me acosté tranquila, para algo había servido el teatro, estaba
acostumbrada a irme a la cama a estas horas.
Mi boda era una representación, religiosa pero al
fin y al cabo para una actriz era algo parecido a representar un papel y ser la
protagonista, yo había aprendido a dominar los nervios, así que me mentalicé en
eso y dormí muy tranquila.
Serían las ocho cuando me llamó mi madre, me
levanté. Siempre he tenido y aún sigo teniendo, mucha maña para peinarme, tomé
café y empecé a peinarme y vestirme, cuando empezaron a llegar mis amigas ya
estaba vestida. Anita trajo el casquete (tocado) de la cabeza ya terminado,
quedó muy bonito. Nos empezamos a reír y los demás no sabían el motivo. En ese
momento dió comienzo la
representación. Mi chico llegó diciendo que Adorna estaba en
la iglesia con sus hermanos, mi padrino estaba levantándose porque esa noche
había llegado mas tarde de la panadería o a saber de donde y eran las once
menos cuarto, mi madre nerviosa y el coche en la puerta. Mi hermano
Manolo cogió a mi madre y se fueron para la iglesia.
Mi hermano terminó y cuando fuimos a salir de
casa vimos que todos los niños del barrio estaban allí, ese día no había
colegio. Todos gritaban:
-Mariquita...Mariquita...
Así hasta llegar a la iglesia fueron detrás del
coche. Desde mi casa a la iglesia había poco trayecto, los niños llegaron antes
y la Iglesia de Santa Genoveva estaba llena de niños y medio barrio. El cura
echando niños del altar mayor y Adorna con la mujer de mi cuñado Juan, Rocío
era mi madrina.
Voy a contaros mi sorpresa cuando vi a la madrina. En Castilleja
hay dos hermandades La Plaza y La
Calle Real y el pueblo esta dividido. Rocío era de la Plaza y
los colores de la hermandad es el rojo, así que mi madrina iba de rojo y yo de
negro ¿Qué os parece?, yo al menos llevaba los guantes blancos y las flores.
Parroquia de Santa Genoveva en el Tiro de Línea (Sevilla)
Cuando
llegó el momento de:
-¿Quieres a María por esposa?... y Adorna dijo
sí.
Los niños empezaron a gritar bien... bien... y
todos los demás aplaudiendo y lo mismo cuando yo dije el sí. El cura que era
militar además, estaba enfadado y dijo que como no se callaran no seguía.
Todo el mundo se quedó en silencio. Cuando salíamos yo dije !lo pesqué! y todos
empezaron de nuevo con aplausos y gritos y Adorna a reír.
Por fin terminó todo, de momento. Nos metimos en
el coche los cuatro y nos fuimos para el colegio, mi madre y mis hermanos para
casa. A mi cuñado Juan no le hizo mucha gracia que fuéramos al colegio pero
Adorna le dijo que lo habíamos prometido y sólo habíamos dicho que iríamos ellos
y nosotros, mi cuñado lo comprendió.
Llegamos y la portera cuando nos vió empezó a
tocar la campana y a nosotros nos dijo que esperáramos en la portería. Pasaron
unos cinco minutos, a mi me parecieron horas, allí no llegaba nadie y no sabía
que pasaba. En ese momento nos dijo la portera que ya podíamos pasar.
Dos niñas de las más pequeñas a las que yo no
conocía vinieron hacia mí y me entregaron un ramo de flores blancas, me dieron
un beso en nombre de todas las niñas y me dijeron que las siguiéramos, así lo
hicimos y nos fuimos hacia la capilla.
¿Podéis imaginaros lo que es mas de 100 niñas en
la capilla repartidas entre el coro y los bancos?, también estaban allí todas
las monjas.
Sor Pilar salió a nuestro encuentro y nos llevó
al altar mayor, nos arrodillamos y todas empezaron a cantar la Salve a la
Virgen, en tres voces y claro... empecé a llorar de la emoción porque eso sólo
se hacía en el colegio días muy especiales. Entonces es cuando sí me dí cuenta
de que no estaba interpretando un papel, que no era una representación, era mi
boda y me dió mucha pena que mi madre y los demás familiares no vivieran ese
momento.
(La Salve por si quereis escucharla)
Cuando terminaron miré a Adorna y ví que también
estaba emocionado pero en ese momento Sor Remedios, la Superiora le dijo:
-Adorna ¿quiere usted decir algo?
Él dijo que era tan grande la emoción que sólo
podía decir gracias.
Sor Remedios también me preguntó -¿Y tú María?-.
-Muchas gracias Sor Remedios, a usted y a todas
las hermanas y un beso para las compañeras en especial para las que aún me
quedan de mis tiempos en el colegio. A usted Sor Pilar... quiero decirle que un
día siendo niña una de las noches que estaba llorando me dijo que no llorara
por mi madre porque yo tenía otra madre en el Cielo que me protegería y también
a mi madre toda la vida y así ha sido todo este tiempo, gracias, porque esta sí
ha sido mi verdadera boda.
Todas empezaron a aplaudir, fuimos saliendo para
el comedor. Cuando llegamos ví que había una mesa para sor Pilar, Chacón, María
Delgado, Juan, Rocío, Adorna y yo. Todas las niñas cada una en su sitio.
Comimos y cuando tocó la campana para el recreo
casi todas las monjas bajaron con un regalo, no los recuerdo todos pero si un
rosario y un crucifijo que todavía tengo. Me despedí de todas y Sor Pilar me
dijo que no dejara de ir a verlas, yo le dije que iría de vez en cuando, le dí
un beso y nos fuimos.
Los cuatro íbamos emocionados mi cuñado Juan
decía -Y yo no quería venir-. Él nos llevó a casa y se marcharon para
Castilleja.
Al llegar a casa le conté a mi madre todo lo del
colegio, estábamos tan emocionadas que acabamos llorando y me dijo -¿Ves como
te querían todas?- Sí mama, le dije… y yo también a ellas-.
Le pregunté que tal lo habían pasado ellos en
casa y me dijo que bien. Entré en mi dormitorio para cambiarme de ropa.
Mientras Adorna le contaba a mis hermanos todo lo que había pasado en el
colegio, cuando terminé a solas le dije a mi madre que cuando se acostaran no
cerrara la puerta por dentro porque nosotros iríamos a dormir.
Nos fuimos para el centro de Sevilla al cine,
recuerdo que vimos primero una película de Spencer Tracy en el cine Victoria,
ya no existe. La película era Lanza Rota, después comimos algo y come era
temprano vimos otra película en el Coliseo, Volviendo a España de Estrellita
Castro, cuando terminó sería la una y nos fuimos para casa.
Entramos con mucho cuidado para no hacer ruido
pero cuando llevaríamos media hora acostados "o lo que sea" dos de
las patas del somier se rompieron y el
colchón cayó, nos reímos un buen rato y amarramos como pudimos las patas con el
cinturón del camisón y una corbata de Adorna, mi madre llamando a la puerta
para saber que nos pasaba, mis hermanos Manolo y el Chico cuando abrí la puerta
no paraban de reír, yo muerta de vergüenza, total que nos acostamos todos,
nosotros dormimos mal porque nos resbalábamos para los pies de la cama y al día
siguiente a las once de la mañana nos fuimos al teatro con Joaquín y las niñas
un mes, esta fue mi boda el 23 de Diciembre de 1955 y no tengo fotos de nada,
me habría encantado ponerlas pero en aquella época si no la hacías de estudio
no era normal tenerlas y nosotros queríamos ahorrar todo lo posible.
Y aquí acaba mi juventud en el teatro, un beso
para todo el que lo ha leído y pronto seguiré con otra parte de mi vida, muchos
besos.
Me has hecho reir y también llorar...Una gozada leer tus relatos, tus anécdotas...todo.
ResponderEliminarTambién he visto tu video y he sentido culpabilidad por no mirar tu pagina desde hace tiempo ...he tenido una mala racha... pero ahora voy a procurar leerla frecuente, pues además me viene muy bien para mi "alma" jajaja.
¿A ver donde estás que no te encuentro por teléfono? Lo intento en otra ocasión ...puede que estes ya en tu Matalascañas querido....Un abrazo . Te quiero .JULIA ( la que está mu lejos)
Julia, gracias por todos esos piropos y me alegro mucho que te gustara. En unos días estaré en casa pero el móvil va siempre conmigo, cuando tu quieras espero tu llamada. Muchos besos y ven pronto que tengo ganas de verte.
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