Blog Oficial de la actriz y escritora Sevillana María de Adorna

Bienvenidos a la web oficial de María Muñoz Ballesteros, más conocida como "María de Adorna". Actriz sevillana, mujer con carácter, apasionada y luchadora. Artista Sevillana, dedicada en cuerpo y alma a su gran pasión "El Teatro". Sus recuerdos, sus pensamientos, sus pasiones, SU VIDA.

En este lugar se intentará dar a conocer a esta artista, escritora y actriz sevillana de 84 años que pese a su edad no ha dicho no a las nuevas tecnologías. Ella contará sus recuerdos, hará memoria de su vida paso a paso. Una Guerra, una Niña, un Amor único, un Trocito de Historia.

sábado, 26 de abril de 2014

10ª Parte del Resto de mi Vida...

Se acabaron las vacaciones y volvemos a la rutina diaria. Las niñas sobre todo Margarita ya sabía lo que era el teatro y cuando le preguntábamos si le había gustado nos decía:

-¿Mama... esto es lo que tu y papa hacíais?

- Sí...

-Que bien...

Desde entonces sus juegos fueron vestirse con mi ropa, mis zapatos, los pañuelos. Disfrazarse de mayor es lo que le gustaba. Cuando la pusimos en una "miga" (jardín de infancia-guardería) del barrio, de niñas de 3 a 6 años, entonces no había guarderías como hoy, un día cuando fui a por ella estaba llorando, le pregunté que le pasaba delante de la señora que la cuidaba y me dijo que no quería volver porque le tiraban del pelo y bebían en el mismo vaso todas las niñas.

Ya os podéis imaginar la cara de Doña Remedios, la buena señora que estaba encargada, no dijo nada y yo tampoco pero no fue mas.

Adorna cuando estaba en casa jugaba con las letras y los números, les leía cuentos. Mi hermano Manolo también dedicaba mucho tiempo a jugar con ellas, adivinanzas para que aprendieran vocabulario. Eran dos niñas muy queridas porque mi Chico las quería mucho a las dos aunque su preferida era Inmaculada y para Manolo la especial era Margarita.

Todas las tardes mi Chico (Gonzalo pero siempre será para mi "Mi Chico") las llevaba a un quiosco de chucherías y la dueña se llamaba Micaela, ellas aún se acuerdan de esos paseos y de las "chuches" pero muchas veces luego me pedía a mi dinero para tabaco o para salir con los amigos, todo lo que tenía y era poco en esa época se lo gastaba en las niñas, así era de generoso mi Chico (cuanto lo hecho de menos).

Con todo esto que estoy contando quiero decir que eramos felices, no todos, mi madre llevaba mas de 7 años sin saber de mi hermano Antonio desde que se caso se fue a vivir con su mujer y su hijo Antonio que nació en casa, nuestra casa. Mi cuñada quería irse con su madre que vivía en otro barrio de Sevilla y se fueron. Pasaban los meses, los años y no venía a ver a mi madre, mis hermanos si iban de vez en cuando a verlo y por eso sabíamos de él. Siempre ponía la excusa de que como trabajaba de noche no tenía tiempo porque de día dormía y tenía que estar con sus hijos, ya tenía tres. A dos de ellos no los conocíamos ni él conocía a mis niñas y por todo esto la que sufría era mi madre, aunque ella nunca dijo de ir a verlo. Son cosas que pasan en las familias sin explicación pero pasan.

Todos vivíamos para ayudar a mi madre, para que no sufriera. Adorna, mis hermanos, yo y mis hijas.

Recuerdo cuando volvimos a ir de viaje con otros amigos del teatro, sería verano de 1962. En ese año cuando llegaron las Navidades Inmaculada ya tenía 2 años y medio y Margarita 5 años y medio, esperábamos nuestro tercer hijo, en Enero aún no sabíamos que sería porque en esa época aún no hacían ecografías. Adorna quería un niño, a mi no me importaba que fuera otra niña pero me hacía ilusión que fuera varón porque mi marido se alegraría mucho.

Y fue niño, el 3 de Febrero nació, le pusimos de nombre Francisco Javier (Adorna era Francisco pero yo le tenía mucha fe a San Francisco Javier y nos pareció un bonito nombre). La alegría de todos fue muy grande y hoy le doy gracias a Dios por los tres hijos que me ha dado y porque son buenas personas y siempre nos han dado mucho cariño, sobre todo por el respeto que siempre le tuvieron a su padre, él se lo merecía pero yo siempre me sentí muy orgullosa de tener una bonita familia.

El bautizo de mi niño fue como el de sus hermanas, con familiares y amigos, el padrino fue mi hermano Manolo y la madrina mi amiga María, mi vecina la que trabajaba en telefónica, ya los dos nos dejaron hace unos años pero siempre fueron unos verdaderos padrinos para él.




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