¿Qué puedo decir de María de Adorna? O para mi también… Mi Abuela. Ella me crió, curó, cuidó, e incluso hoy me sigue cuidando como el primer día.
Qué decir de esas patatas fritas con huevo, manjar de dioses, que mis penas quitan. Una guerrera, pilar robusto de mi vida, referente y admirada por mi. Tan importante, que de niño, yo mismo me atormentaba pensando en el día que me faltara mi abuela, no podía soportar ese pensamiento, y por suerte muchos años después aun la tengo a mi lado. Esa persona que me defiende siempre, y reitero SIEMPRE, como cuando niño hacía una gamberrada y ella siempre decía que yo no había sido, aunque supiera que si, alguien que salía cual leona a dejar claro que era la primera y la última vez que alguien me hacía llorar, una abuela a quien se debe tener miedo si osas pasarte un solo pelo conmigo.
Mi mayor defensora, mi mayor admiradora. Una persona que me hace sentir tan importante que me creo capaz de cualquier cosa solo por tenerla a mi lado, mi consejera, mi amiga, mi abuela. Una persona tan fuerte como sincera, tan inteligente como buena. Te quiero tanto que aprovecho para escribirte que si quiero ser mejor de lo que soy es por ti. Tengo todavía tanto que aprender de ti…
Ay que ver… “Que miedo me daba perderte cuando era niño, es increíble como sabía que no llegaría a ser la persona que he llegado a ser si no te hubiera tenido a mi lado”.
Jose
Junio 2014
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