Blog Oficial de la actriz y escritora Sevillana María de Adorna

Bienvenidos a la web oficial de María Muñoz Ballesteros, más conocida como "María de Adorna". Actriz sevillana, mujer con carácter, apasionada y luchadora. Artista Sevillana, dedicada en cuerpo y alma a su gran pasión "El Teatro". Sus recuerdos, sus pensamientos, sus pasiones, SU VIDA.

En este lugar se intentará dar a conocer a esta artista, escritora y actriz sevillana de 84 años que pese a su edad no ha dicho no a las nuevas tecnologías. Ella contará sus recuerdos, hará memoria de su vida paso a paso. Una Guerra, una Niña, un Amor único, un Trocito de Historia.

jueves, 24 de julio de 2014

15ª Parte del Resto de mi Vida...

De camino para casa, pensaba: 

¿Y ahora cómo explico lo que ha pasado esta tarde?. 

Cuando llegué ya estaba Adorna allí con las niñas, preocupado y mi madre también. Ninguno sabía donde había ido, nada mas entrar las niñas vinieron corriendo, sobre todo mi Margarita que me preguntó:

 -¿Mama...dónde has ido?- ¿Al médico con el nene?- Así es como llamábamos al niño y como lo hemos seguido llamando ya toda su vida, hasta él se presenta así, pocas personas saben como se llama. Yo cuando he tenido que reñirle por algo si le decía Francisco Javier, él ya sabía al escucharme que iba a reñirle. 

No dije nada, cenamos y acosté a los niños. 

Antes de seguir quiero contaros esos momentos vivíamos en casa mi madre, Manolo, Adorna, los niños y yo. Gonzalo (mi Chico), se había ido unos meses a Barcelona a trabajar y no tardaría mucho en volver pero mi madre de la reforma que hizo en la casa como ya no vivía mi hermano Antonio, había alquilado dos habitaciones para una tienda de comestibles que tenían la entrada por el jardín y claro se quedó mas reducido todo, mas o menos 3 metros menos de anchura de fachada y de jardín. Nos quedamos con unos 5 metros de ancho de fachada, la puerta de entrada que daba al salón y mi habitación que la ventana daba al jardín, a continuación de mi habitación hacia el fondo la de mi madre y otra para mis hermanos Manolo y Gonzalo, la cocina grande y el aseo, también teníamos la azotea. Cuento todo esto para explicar como vivíamos en todo mas reducido y con tres niños revoltosos que gritaban, reían y lloraban. 

Cuando nos quedamos los tres tranquilos después de cenar y dormir a los niños fue cuando les conté a los dos lo que había pasado esa tarde. Adorna fue el primero que me preguntó a que hora tenía que estar en el Ayuntamiento, le dije que a las 11 y debía llevar el uniforme. Él me dijo que en ese caso tendría que pedir permiso unas hora. Mi madre no decía nada pero estaba a punto de llorar. -Mama, así no podemos seguir. Tu con Manolo y con lo que cobras del alquiler puedes vivir mas tranquila, yo vendré para ayudarte en todo lo que pueda. Ahora por favor busca todos los documentos, la escritura, los recibos de contribución, luz... todo lo que está a tu nombre, déjalo aquí para que Adorna se lo pueda llevar mañana cuando se marche para el trabajo. Después de un rato mas nos fuimos a la cama. Entonces Adorna me pidió que le contara todo lo que había pasado, se lo conté, lo de la merienda del niño, mi café, la visita al Gran Poder y el recuerdo del abogado. Me dió un beso y me dijo: -Procura dormir, veremos que pasa mañana. Tranquilízate.

Cuando al día siguiente me desperté Adorna ya se había marchado al trabajo. Me levanté para preparar el desayuno. Estaba tomando el primer café cuando entro mi madre en la cocina, le puse su café como todos los días y le dije:

-Voy a comprar el pan y algunas cosas mas que necesitamos-

No tenía que ir muy lejos, la tienda la teníamos en la misma casa, en la parte que mi madre había alquilado, sólo salía al jardín y entraba en la tienda.

Mi amiga Cristina, la dependienta, me dijo:

-Muy temprano vienes hoy-

-Sí, antes que despierten los niños-

Volví a casa, el día pasaba tranquilo, al menos eso intentaba yo. Lavar ropa, la comida, etc. Se despertaron los niños empezaron a llamarme y los vestí, los llevé a la cocina y allí desayunaron. Para todos era como un día mas, pero yo estaba muy nerviosa y pensando que pasaría con Adorna en aquellos momentos.

Con el trajín de la casa y  los niños me fui olvidando de todo lo demás y a la una y media que los niños estaban en el jardín jugando y mi madre leyendo con ellos, los llamé para comer. Siempre les daba de comer antes de que viniera el padre y cuando pasaban las horas y Adorna no llegaba empecé a preocuparme.

Eran mas de las tres cuando llegó. Fui a preguntarle corriendo qué había pasado y él me dijo que antes íbamos a comer los tres, los niños veían mientras la televisión.

Cuando terminamos nos fuimos los dos al dormitorio y me contó que había visto al Alcalde y que con todos los documentos y una carta suya lo habían mandado a unas oficinas que estaban en el parque, le llamaban Citroen, hasta ese momento no vi ningún problema pero entonces Adorna me dijo, espera... ahora empieza lo bueno.



No hay comentarios:

Publicar un comentario